Séptima edición de la Lebaniega Jubilar Bike
Hoy hemos celebrado la séptima edición de la Lebaniega Jubilar Bike disfrutando un año más de una climatología esplendida y una ruta que no tiene nada que envidiar a otras con más renombre.
La prueba comenzaba con el corte de la cinta donde estaban presentes representantes de las instituciones y empresas, órganos sin los cuales, una prueba de esta envergadura no sería posibles, así como representantes de la Federación Cántabra y el director de Sportpublic, organizador de la marcha.
En la línea de salida, este año estaban 168 ciclistas dispuestos a afrontar los 108km de la prueba, con la ascensión de tres puertos, La Collada de Hoz, La Collada de Ozalba y el puerto de Piedrasluengas, autentico coloso son los 32km de ascensión.
La marcha al igual que en la edición de año pasado salía de Potes en dirección hacia La Hermida, para en este punto desviarnos y comenzar con la ascensión al puerto de Colado de Hoz. Un puerto con unas rampas iniciales muy empinadas y teniendo durante los primeros km de ascensión la maravillosa vista de los meandros que hace el río Deba en su rápido descenso por el desfiladero de La Hermida.
Luego, una vez coronada la Collada y después de un rápido descenso, comenzó el ascenso al segundo puerto de la jornada, La Collada de Ozalba, puerto corto pero duro que nos llevó del valle de Lamason al Valle de Puentenansa, punto de partida del coloso del día.
El puerto de Piedrasluengas, con sus 32km de ascensión y su durísimo paso por la garganta de la presa de La Cohilla, nos iba a dejar unas imágenes para el recuerdo, tanto a los participantes, como a los que estuvimos allí disfrutando con el paso de los corredores por sus duras rampas.
Una vez se corono el último puerto de la marcha, todos los corredores bajaron el puerto de Piedrasluengas por la vertiente de Potes, disfrutando de sus viradas curvas para nada más terminar el descenso, terminar pasando por la línea de llegada en la población de donde salimos apenas 4 horas antes, celebrando todos el buen día del que disfrutaron para andar en bici, y nosotros, los espectadores, del gran espectáculo que nos ofrecieron los corredores y los paisajes de la prueba.